13 abril 2012

Kopatchinskaja lucha contra el incivismo


Debería titularse "Me cago en las toses, paraguas, plástico..." y también llamar maleducados a cierta clase alta y baja cultura que no sabe estar en un concierto. Nuevo récord de toses por minuto y el móvil de la señora en la fila 12 en pleno goce de la segunda propina de Patricia con ese Enescu inolvidable... No así los malos modales y una "trágica" relajación de las buenas formas en actos públicos donde la OSPA es una mala disculpa de vida social.
Suelto teléfono y mala leche para llegar a casa y escribir de música. La mala educación no entiende de crisis ni tampoco yo.

2 comentarios:

Javier Nuevo dijo...

USAPablo, esto por desgracia es inevitable. Pero todavía es peor en el Filarmónica. Consuélate.
Yo tenía ayer a dos jovencitas, que precisamente no estaban muy cerca de mi, que no pararon de cuchichear durante la sinfonía de Schubert.
Lo que no entiendo es que la gente que estaba alrededor de ellas no les dijesen nada.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Pablo.Yo también puse un pequeño comentario sobre el concierto en Gijón, al que Inés y yo asistimos, en relación a las toses, porque yo no sé explicar tan bien como tu lo que sentimos. Pero en ese cabreo de toda clase de ruidos que mencionas, hay uno que se te olvida y que a mi, especialmente me molesta. Y es el de los abanicos. Mataría a las señoras que, sin ningún respeto por nada ni por nadie, lo abren y cierran haciendo el mayor ruido posible. Y es en esos conciertos que nuestros Leones dan en iglesias, o algunos solistas de chelo o violín a los que asisto, en los que, sin ningún recato, se destruye la magia de la música. Y encima, ésos son gratis. Como voy dale al Anónimo, sólo decir que soy Sisi,