17 marzo 2013

Calidad de casa frente a la crisis

Arrancaba este Domingo 17 de marzo en la Iglesia de San Nicolás de Bari la XXXVI Semana de Música Religiosa de Avilés con un programa de cinco conciertos con músicos de la tierra, pues los recortes a la cultura no hacen excepciones con la música.
Para comenzar la Orquesta Julián Orbón, la Coral Avilesina de Elena Baigorri, la organista Judith Busquets, el clarinete Iván Cuervo y el viola Roberto Morales, todos dirigidos por el incansable, luchador y excelente docente José Mª Martínez, Chema para todos los amigos, capaz de dar un concierto, del que escribiré con calma en casa, que incorporaba el Concierto para órgano y orquesta Op. 7 nº 3 HWV 308 de Händel, la Novena Sinfonía en MIbM (1817) del avilesino Ramón de Garay, el Doble Concierto en Mi m., Op. 88 para clarinete y viola de Max Bruch y la Misa al Sagrado Corazón de María del candasín Pedro Braña. Obras poco escuchadas, dos compositores asturianos, y con mucho arte de nuestra tierra.
Destacar cómo el propio Chema Martínez pidió al final que todos apoyemos al Conservatorio Julián Orbón de Avilés porque la labor de muchos años, el estudio del alumnado durante miles de horas, el esfuerzo del profesorado y el apoyo de tantos implicados, da la posibilidad de escuchar conciertos como este de apertura de una semana con ¡36 años a sus espaldas! que algunos dirigentes miopes pueden cargarse en una legislatura. Y un pueblo sin música es un pueblo sin historia.
Desde la aldea, más.

Bartoli no iguala a Di Donato

Una semana barroca en Oviedo que comenzó con el Bach único del RIAS, con el Concerto Kölhn, inalcanzable tras la comparativa, las Reinas Barrocas de Joyce DiDonato recogidas en CD y finalmente la esperada Cecilia Bartoli también con disco, "Mission", aunque en formato reducido al faltar el gran Jarouskky pero con I Barocchisti y Diego Fasolis que resultaron mejor que la mediática mezzo romana, sobre todo en sus intervenciones instrumentales ¡qué bueno Thibaud Robinne!.
Decir que lo mejor del "Recital Steffani" fue Händel por partida doble y Vivaldi creo que está too dicho, propinas que hicieron alargar hasta las 22:30 el concierto para desasosiego del público-reloj que parece tener un resorte impidiéndole tener la mínima educación ni respeto a los artistas.
No desmerece nunca "La Bartoli", cautivadora, conocedora de sus "limitaciones" y sabia en la elección de un repertorio buscado a su medida, aunque pueda resultar algo monótono por monográfico y sin comparación con su anterior visita "Sacrificium". Agracecerle su entrega y labor divulgadora de compositores menos conocidos -como sucediese con Salieri y "Amadeus"- que con ella se convierten en superventas. Fuegos de artificio y auténtica mascletá en plenas fallas valencianas. Duelo "Farinelli" con la trompeta que para muchos fue la traca final...
Llenar el Auditorio es importante, pero yo hubiese querido un poco más. Del "duelo de mezzos" ha salido vencedora la americana. Desde casa y con tiempo, entraremos en detalles.