Perry So se encargó de un programa que teniendo a Cristina Ortiz al piano con Schumann y una OSPA plena para compartir primero y triunfar después con la Sexta de Bruckner logró tal implicación que triunfó LA MÚSICA. Algo de agradecer en tiempos donde el consenso consigue primar la música sobre los intérpretes. No estaría mal un buen director de orquesta como presidente de un país.
Espiritualidad romántica
Hace 1 día
1 comentario:
Me gustó la sobriedad de Cristina Ortiz, y la delicadeza con que se concentraba en cada nota. De la Sinfonía de Bruckner, la grandeza, coordinación y precisión de los metales, y el entusiasmo juvenil y sereno de Perry So. La obra, algo compleja para mí. En cuanto a la necesidad de un director como presidente, de acuerdo, pero también que todos nos integremos en la orquesta y su obra común
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